Más psicoterapia y menos pastillas
Con este titular la OCU elaboró un artículo que recogía unos datos muy significativos a través de un estudio realizado sobre los síntomas más frecuentes de la depresión y la ansiedad y las diferentes maneras de afrontarlos.
De la muestra estudiada, el 54% creía haber tenido alguna vez problemas de ansiedad y el 34% haber tenido depresión en algún momento. Y de las personas que decían haber padecido algunos de estos trastornos, el 32% nunca acudió a un médico.
Este estudio afirmaba que los desencadenantes más frecuentes, así como los síntomas de la depresión y de la ansiedad son múltiples y complejos. Entre las causas más comunes se encuentran los problemas laborales, los de pareja o familiares, los económicos y en porcentaje menor, un suceso traumático o la muerte de un ser querido como factor desencadenante.
Lo más destacable de este estudio fue que de las personas que decían haber padecido depresión o ansiedad, no siguieron ningún tipo de tratamiento inicialmente porque pensaban que podían manejar ellos mismos la situación y cuando empezaron a solicitar ayuda, el primer tratamiento fue exclusivamente farmacológico.
No quiero inundar con cifras y ratios este blog pero si quiero hacer hincapié en que cada vez hay un consumo más alto de medicamentos para conciliar el sueño, reducir la ansiedad o recobrar el ánimo. Seguro que todos conocemos a algún amigo o familiar que está tomando alguna pastilla para los “nervios” porque no puede más con la vida que lleva y los problemas diarios, o a otro que duerme fatal y que sin su “pastilla” no puede pasar.
Si nos vamos a datos de España, somos el segundo país con mayor consumo de tranquilizantes, el uso de benzodiacepinas en nuestro país sigue aumentando año tras año y entorno al 20% de los españoles con más de 15 años ha consumido alguna vez psicofármacos de tipo tranquilizante, relajante o somnífero, y el 8,4% ha consumido antidepresivos o estimulantes.
Como terapeuta apoyo un tratamiento integrador que recoja el punto de vista médico, psicosocial y psicoterapéutico. En ocasiones la alteración continuada del estado de ánimo, situaciones duras que nos presenta la vida o una etapa difícil, hace que sea necesario contar con una ayuda especializada pero no necesariamente tienen que ser “las pastillas para estar más tranquilo” como vía única.
Ahora queremos que todo sea rápido y que pase pronto, recomendar “Tips” llenos de éxito, truquillos fáciles y llenos de atajos. Este camino es una solución pero es muy temporal.
Descartando patologías psíquicas o trastornos donde es necesario el tratamiento farmacológico, el único camino para encontrar el equilibrio y aprender a manejar situaciones que nos resultan estresantes o desbordantes es comenzar por conocernos mejor, desarrollar nuestros propios recursos internos, saber apartarnos un poco de lo nos desestabiliza, dejar de querer ser los únicos solucionadores de los problemas de los demás, los súper héroes en todos los frentes. Y para esto la terapia es una opción muy eficaz.
Según el NICE, National Institute for Health and Clinical Excellence, el tratamiento psicológico es el más adecuado para los trastornos de ansiedad y los del estado de ánimo.